El arquetipo del hincha de Racing nos describe la parte “mala” de ser de La Acadé.

Me llamo Sebastián, tengo 27 años y sigo a Racing a todos lados desde los 15 años. Para mí, a nivel deportivo, nunca tocamos fondo. Como cuando Homero se hace Magio (Stonecutter) y una de sus pruebas es hacer un “gran salto”, Salto que es de 40cm, y vendado. Pero se rompe el suelo y cae varios pisos abajo. Así es Racing, sólo que es un poco más complicado. Del plantel de ahora sabemos que Chatruc parece una estrella porno de 1977, que Estévez es sexy y barrigón, pero sin ser sexy, Ávalos es un desempleado y hace changas en Racing y que Sosa fue, es y será motochorro.

Pero no importa quien juegue, en Racing siempre pasa lo mismo. Aunque la “18” de Ávalos la lleve el Niño Torres y la “22” de Merqueado la use Paolo Maldini a los 25 años, siempre va a pasar lo mismo. .

Es que cuando creemos que tocamos fondo, estamos equivocados. Caemos entre 300 y 500 metros a velocidades descomunales, para estrellarnos contra un suelo que creemos es “el fondo” y con la cara. Pero no es. El piso se abre, y unos tentáculos metálicos como los del Doc Ock de Spiderman 2 nos agarran y nos jalan hacia abajo. Caemos 10.000 metros, y encima caemos por un lugar estrecho, y nos golpeamos la cabeza contra las paredes. En el trayecto se escuchan temas de Airbag remixados. Aterrizamos en una pila de filosas cuchillas de afeitar oxidadas, y luego de que caímos nosotros, caen piedras. Y después de las piedras, llueven ladrillos. Nos preguntamos “¿Por qué, Dios?”, y Dios nos tira sal, y jugo de limón. Llueven más piedras y algunos tenedores. Desde arriba vemos a unos orangutanes con la camiseta de Boca “Fiat” tirándonos sus excrementos, y encima nos tiran el virus del Ébola y nos contagiamos. Después de todo eso nos prendemos fuego de la nada. ¡Y eso es en las épocas en que entramos en las copas!

Ser hincha de Racing no es para cualquiera, menos para los que le tienen fobia a las cuchillas de afeitar oxidadas, o a los que nos les gusta el virus del ébola.

La situación que vivió el hincha de Racing el sábado en la cancha villera de Lanús puede representarse así: Tenes 25 años, 32 hijos, y tres crees que son tuyos. El primero lo tuviste a los ocho años, y tu esposa es tan gorda que necesita ser fotografiada por varios satélites desde el espacio para salir entera. Vivís hace 11 años en una hostería de San Salvador de Jujuy con tus 32 hijos, tu esposa demacrada de 53 años, su madre y sus hermanas. Mellizas las hermanas y adictas a los fideos con manteca y a la cocaína. Venden tus calzones para comprarse bolsitas. Arriba de tu cama hay un cuadro de Alejandro Apo y de Galíndez.

Trabajas de ceramista y tu puestito lo tenes en un cabaret de Salta. Sin privilegios. Por falta de pago te echan y de regreso a tu casa encontras a tu esposa con tu hijo número 16 (por que después del 7º hijo, lo llamas por números y no por nombres) en la cama. Ese hijo soberbio y panzón que no le cae bien a nadie, ni a él mismo. Todo para que tu esposa sentencie que Número 16 es mejor en la cama que vos.

ASÍ FUE EL SABADO PARA EL HINCHA DE RACING.

Pero a parte de todo esto, ser de Racing es una maza, loco.

La semana que viene contra Tilger de Victoria, agarrate Catalina (si sos de Racing, agarrate).

Bueno, también se puede resumir lo que pasó este sábado, en un link, el de este forro antinatura: http://www.fotolog.com/chicobad/

(No intenten emular a este pelotudo en su casa)