viernes, 1 de agosto de 2008

Vasiliy Alekseyev: Sabía de minas, levantaba como nadie.

Sí, así como lo ve, este gordito con cara de bonachón, que no duraría ni quince minutos en el barrio sin que lo manden al arco, o a comprar la cerveza en la esquina, no es ni más ni menos que el más grande exponente en la historia de la halterofilia, que suena a perversión pero es tan solo el nombre técnico del archiconocido "levantamiento de pesas".

Claro, con el comunismo aniquilado, el capitalismo con forma de pipa y zapatillas con resortes le rinde homenaje sin riesgo a uno de sus más grandes ídolos deportivos.

Nació en 1942, en Pokrovo-Shishkino una aldea rusa en la que desarrolló una importante musculatura gracias a su oficio como leñador. Pese a eso, él quería jugar... al voley! Afortunadamente para el deporte en esa epoca del comunismo no era tan fácil elegir y a los 18 años al mudarse a Shakty comenzó a entrenarse con la Добровольные спортивные общества, en cristiano VSS, la estructura de entrenamiento soviético. Al mismo tiempo estudiaba (es Ingeniero en minería) y cantaba en casamientos y fiestas. A los 26 años comenzó a entrenarse sólo, con un picantísimo método inventado por el mismo. Uno de los ejercicios consistía en desarrollar un levantamiento llamado "de arranque" como cualquier otro, con la pequeña diferencia de hacerlo sumergido en un lago de la estepa rusa.

En Munich 72 se mete en la historia grande: compite en la categoría superpesado y levanta 640 kilos sumando los tres intentos. Así alcanza uno de los 80 (ochenta) récords mundiales que conseguiría entre 1970 y 1977, lapso en el que fue ocho veces campeón europeo, ocho veces campeón del mundo y dos veces olímpico, además de recibir múltiples condecoraciones del gobierno soviético y convertirse en una auténtica celebridad de la historia del deporte y estandarte de la CCCP. Se retiró en los juegos de Moscú 1980, tras fallar en su primer intento con 180 kilos, por causa de una lesión en su cadera. En Barcelona 92 fue entrenador del equipo olímpico ganador de diez medallas en total, cinco de ellas doradas.

En su etapa de apogeo tenía un menú alimenticio livianito: 150 gramos de caviar, otros tantos de mantequilla, algo más de 200 de queso blanco, dos kilos de carne, otros dos de frutas y dos botellas grandes de yogur, además del desayuno, un omelette de 36 huevos. Olimpiada, su esposa, también merece una mención por eso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El mejor artículo que he leído en este blog. Es increíble la fuerza innata que tienen los soviéticos (Luba, empleada, levanta un cajón de cerveza lleno con cada brazo).

Pd: me preocupa la afinidad entre el creador de este blog y cierto personaje detestable del ForoRacing (que incluso despotricó contra este mismo blog). En fin, he escrito mucho por hoy. Sigan así.

Anónimo dijo...

Y bueno Diego, soy amigo de Pablonga y eso no va a cambiar aunque a ud le preocupe. Lo siento pero no me van las agachadas, salvo que haya una moneda de diez centavos en el suelo.

Anónimo dijo...

Que maravilla, lo de este blog alcanza proporciones biblicas.