Este sábado que pasó se enfrentaron en un partido amistoso el seleccionado de carceleros y el seleccionado de presidiarios de varios penales de
Los carceleros fueron vestidos por Adidas, y usaron sus overoles usuales pero con algunos detalles y números.
Los reos vistieron de celeste, porque sus remeras azules se destiñeron.
Como se ha visto en varias películas de Carceleros vs. Prisioneros (The Longest Yard; Mean Machine) el partido fue una excusa para desquitarse con los guardia cárceles.
Diego Pérez, por robar tres bancos en una misma tarde fue sentenciado a cumplir dieciséis años recluido en el Penal de Olmos, fue uno de los que más se desquitó en el partido. Con patadas que según el Código Penal son penadas con seis años en prisión, pasó una de sus tardes más divertidas desde que fue encerrado: “Fue una de las tardes más divertidas desde que fui encerrado”.
Otro que tuvo una linda tarde fue Eguren, que se despachó con codazos, planchas, puñetazos y facazos. Eguren está adentro por asesinato, mató al chofer de la línea 133 porque tardó más de media hora en llegar.
El que sufrió bastante fue el carcelero de Marcos Paz, Pupi Zanetti, el único carcelero que no transa con los presos. Por eso mismo se la dio con saña a este Serpico carcelero.
Martín Demichelis, el carcelero más cruel que este país haya visto también tuvo cruces con varios presos. Hasta un mini combate con Cebolla, preso por asaltar trenes. Nadie lo quiere a Micho porque caga a golpes a los presos y porque es un verdadero chorro y está libre, ¿Vieron la novia que tiene?
Lugano no se aburrió, y le dio bastante fiero a los carceleros ofensivos, esos mismos que lo encerraron una semana en la zona de “máxima seguridad” sin comer y sin visitas.
Fucile se hizo el dolobu, pegó una patadita y se fue porque se lleva bien con los guardias: ellos siempre lo sacan para que haga algún laburito.
Lio Messi fue el que más la ligó por ser el carcelero más ortiva, y por ser tan “caro”. Sin mencionar que siempre se queda con un pedazo de las tortas de los presos.
Como los carceleros no llegaban a completar el banco de suplentes, tuvieron que incluir a un preso en su equipo: El Cata Díaz. Pero no lo metieron por ser un preso. Al guardia Cambiasso le sacaron 50 pesos de la billetera después del partido y se cree que fue el Cata. Va a tener una linda semana el Cata, seguramente.
Los presos se sacaron las ganas, rompieron a patadas a los guardias, pero no pudieron ganar, se preocuparon más por pegar que por ganar. ¿Quién puede culparlos?
El árbitro fue Torres, un hombre que salió en libertad condicional en Agosto de este año, pero fue imparcial, claramente: amonestó a todos los guardias por igual, y sin rencores.
El resultado fue 2-
Con el pirimpirimpimpim... con el paraparapampa… el que no beba vino será un animal, será un animal.
3 comentarios:
Dejen los Simpsons y empiecen a ver American Dad.
para plagio estamos nosotros
we'll always have DG
La verdad que podria haber intercedido ante tanta violencia gratuita, iluminando a todos con mi luz inspiradora para que sean ellos (jugadores, tecnicos, hinchas) mejores personas...
Podria haber intercedido, pero... tu saaaaaaaaaaabes.
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