domingo, 14 de septiembre de 2008

La columna de Alejandro Fabbri

En el partido entre Brasil y Bolivia por la anteúltima fecha de la primera fase de las eliminatorias para Sudáfrica 2010, se ejecutaron ocho remates a portería, los jugadores brasileños hicieron a 6738 toques con la parte interna de sus botines, y se cobraron dieciséis faltas, seis cerca del área. El partido dejó un total de diecinueve cabezazos, y trece veces los jugadores quedaron en fuera de juego.

Hace veintidós partidos que Joselito Vaca no toca más de una vez la pelota con la cabeza.

Este fue el partido con menos gambetas de Robinho desde la final de ida contra Boca por la Copa Libertadores en 2003, en aquel partido Robinho intentó tres gambetas y sólo le salió una, a Cagna, pero esa jugada resultó en nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaria saber cuantos litros de saliva seescupieron en ese partido...

Anónimo dijo...

Más o menos un balde y medio, incluyendo los gargajos de Milton Coimbra, sentado en el banco de suplentes con una gripe.