sábado, 26 de enero de 2008

María, llena eres de guita...

...Y de amor, el amor desmedido de todos los que aman al tenis. Y de los que amamos el deporte. Y de los que creen que el tenis se juega con una pelota ovalada pero quieren partirla a María como un pedazo de queso gorgonzola. María, nuestra estimada María Sharapova se adjudicó el Abierto de Australia (Primer Grand Slam del año, por si no lo escuchó en ningún lado en éstas dos semanas) al derrotar a nuestra compatriota y también caramelazo Ana Ivanovic en dos sets de un partido que se hizo entretenido sólo por el hecho de no tener en cancha a Davenport, Henin o las Williams, terribles bagayos todas. A nivel tenis será un partido más que olvidable, de hecho sigue pareciéndonos incomprensible la hora en la que a algún cerebro se le ocurrió que las mujeres podían competir en algo que no fuera un bikini open, o el "desafío ACE". Deporte femenino, sí claro, lo único que falta ahora es que se les ocurra hacer política. Hasta quizás alguna se postule para la presidencia. Por favor, lo que hay que padecer.

En el 2º set el alambrado se caía, pero María lo atajó. Una grossa.

Lo importante es que María ganó. Y éstas fotos, que acompañan el texto que nadie leerá, pero servirán para mandar más abajo a Romagnoli y su calvicie que no le han de importar siquiera a su esposa, si es que la tiene. Como si ser o no calvo fuera importante.

D.G. sabe bien lo que es perder, así que nos ponemos de tu lado, Anita. Como siempre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

2 cosas...

PRIMERO: gav, todo el mundo sabe que al tenis no se juega con pelotitas!... no nos trate de babosos ignorantes que solo miramos la poyera de las jugadoras!

SEGUNDO: La calvicie es signo de vitalidad, a las mujeres les encanta...

PD: A la mierda! esas fotos me dieron un fuerte dolor de pecho!

Anónimo dijo...

Si la vida fuera justa yo seriaesclavo sexual de María Sharapova...

Anónimo dijo...

anita me desgarro un ojo

Anónimo dijo...

si la agarro a anita, la desarmo...ojo, hablando en terminos tenisiticos.