Galán virgen mata billetera

Se acaba el campeonato.Ni el infladísimo CAI ni el pretendidamente resucitado River, ni el campeón defensor CASLA, ni por asomo Racing y ahora tampoco Boca. El campeón no será otro que Lanús, el favorito, o Tigre, que tiene con qué soñar. Ambos vírgenes. Ambos con planteles jóvenes y ambos planteles armados con una bajísima inversión, comparado con cualquiera de los nombrados antes. Ah! y ambos jugando el mejor fútbol (de éso es el torneo) que se pueda ver por éstas pampas.

Tigre le ganó a Boca en Victoria. Arrancó mejor el local, presionando bien arriba hasta que Boca le sacó la pelota y puso peso propio en los pies de Banega (aunque tuvo sus pajerías), Vargas y Battaglia. Así encontró el gol de Palermo, tras un centro que cabeceó Palacio al medio (lo único que hizo en el partido) para que el 9 definiera, antes de engancharse en la red y darse un palo divertidísimo. Después siguió buscando, desde media distancia aprovechando el sol en contra que tenía el ex-cuñado de Arzeno. Vargas estrelló un tiro en el travesaño y pintaba para paliza xeneixe...

Pero no. El segundo tiempo fue otra cosa. Tigre se hizo dueño del juego y Boca no dejó de dar todo. Se entregó por completo. Todo entregó. El matador aprovechó la escasa convicción boquense para pasearlo por el parque de la costa y darle vuelta un partido con un puñado de jugadores a los que no conocía ni la Hiena Barrios hace tres o cuatro meses. Mérito de Cagna, mérito de ellos también. El domingo visitarán al Bicho de Gorosito, plateísta feliz y aplaudido en el Monumental de Victoria y vituperado en la fortaleza granate. Entrega nao tem fin...

Y el Granate enfrentaba a Gimnasia de La Plata, que festejaba como propia la victoria de Tigre, acostumbrados a gritar goles ajenos. Claro, no fuera cosa que los de Ramón le dieran la vuelta en la cara a los 100 triperos presentes, justo a ellos eternos virgos.

Arrancó nervioso Lanús. Como si el partido fuera una continuación del domingo ante Argentinos. Chocaba ante un Lobo misteriosamente hambriento, incentivado ante la posibilidad de amargar a alguien dada su imposibilidad de festejar algo más que la copa Centenario.

Pero fue todo un espejismo. Aunque me dieran siete millones de dólares no podría ganarle un round a Mike Tyson, y éso fue lo que le pasó a GELP en cuanto finalmente Blanco pudo enviar un centro decente para que apareciera el goleador granate, el arenoso Sand y clavara el 1-0. En lo que quedó del primer tiempo el lobo casi lo empata un par de veces, pero quedó en la nada y la segunda parte fue un trámite con otro de Sand, uno de Diego "el distinto" Valeri y una seguidilla de toques, cambios de frente, algunos lujos y mucha colaboración colectiva que generaron un cuarto gol digno de un equipo campeón. De un equipo del pueblo, como es éste Lanús que el domingo deberá enfrentar a tres equipos al mismo tiempo; Boca con la espina del 2006 clavada, Argentinos con un Gorosito más vende humo y fana del matador que nadie y Tigre, buscando la proeza que consiguiera el Nápoli, o Rosario Central en sus años mozos. Ser campeón recién ascendido.

Dos equipos prácticos, buenos y baratos. El sueño de todos aquellos que se empeñan en Erwinavalizar y Rolyzaratear sus planteles. Nuestro sueño, matar la billetera.