Estocolmo, Argentina.

Por un hincha de Racing.

Como siempre, me desperté y salí de casa al laburo con la camiseta de Racing, la Adidas del 2000, con el escudito del Primer Campeón del Mundo. ¿Alguno me vio el sábado en la cancha?

Bueno, la cosa es que laburo por Barracas, y al mediodía me invitó a comer un amigo por Avellaneda. Fuimos a comer ahí, donde dobla Belgrano, a cuadras del Wal* Mart. Llegué y cuando estoy por entrar al restaurante, por al lado mío pasan tres jugadores de Racing. Maxi Moralez, que traía en cada mano bolsas llenas de cemento, algo que no puede ser bueno para alguien que se jodió el codo hace tres días. Estaba Navia limpiándose la nariz, no se por qué, y también con ellos estaba Franco Sosa que estaba subiéndose a su moto.

Cuando me vieron con la camiseta de Racing los tres entonaron “A la promoción, a la promoción, a la promoción, Academia, a la promoción”. Sí, los jugadores que me mandan a la B me estaban cargando por eso. Cuando voy a pegarles a los tres escucho de atrás “Muerto, te vas a la B, jaja”. Era Yacob cargándome. Decidí mandarlos a todos a la edad de piedra de una patada, pero antes de que pudiera hacer algo un patrullero paró y me empezó a golpear y me metieron en el móvil. Los jugadores me cargaban mientras el auto se iba, y gritaban “Se van para la B, ya se van, se van para la B”. Y algunos que estaban con ellos se unieron en la basureada.

Pero bueno, este fin de semana voy a alentarlos y aplaudirlos porque ellos dejan todo en la cancha.